Descubre los secretos nunca contados de la amenaza de terrorismo en América Latina

En una entrevista exclusiva con el departamento de comunicaciones de INISEG, el académico y profesional destacado del área, David Odalric de Caixal i Mata, nos responde detalladamente sobre la presencia del terrorismo yihadista en América Latina.

Los yihadistas latinoamericanos captados en las filas del Estado Islámico y la amenaza islamista en América Latina

A las 21.00 horas del día martes, llega David de Caixal muy puntual a nuestra cita en las oficinas de INISEG en la ciudad de Madrid, con una calma y serenidad que lo caracterizan, se sienta, abre su laptop y se enfoca inmediatamente en lo que es su pasión: analizar todos los acontecimientos de Seguridad Global y más específicamente su lucha contra el terrorismo, que por años lo ha destinado como su principal misión. Su celular lo coloca en silencio, ya que nos comenta que hasta muy altas horas de la noche contesta llamadas de varias partes del mundo, para así solo concentrarse en esta entrevista.

Pues…empecemos……

Debido a la gran presencia y protagonismo que ha tenido el terrorismo en Europa en los últimos 10 años, específicamente hablando de los yihadistas…

¿Cuál es la diferencia entre la situación de terrorismo en Europa y en América Latina?

Hay un factor muy importante a mencionar primero y es que la amenaza yihadista en América Latina, es la región del mundo con menos atentados hasta ahora, pero no por eso no es una real amezana.


América Latina vive prácticamente al margen del terrorismo islamista internacional, más allá de algún incidente como los atentados de los 90 contra representantes israelíes en Argentina, la preocupación sobre la zona de la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) o sobre el espacio que proporcionan los Estados fallidos como Haití para la amenaza yihadista, existe y es muy grande.

Buena muestra de la tranquilidad que existe en América Latina por ser la región del mundo donde se han registrado menos atentados de islamistas radicales, es que en la manifestación que hubo en París de todos los mandatarios internacionales tras los atentados de Charlie Hebdo en noviembre de 2015, no hubo ni un solo mandatario de Latinoamerica. Sin embargo, aunque los grupos de terroristas y militantes islamistas no parecen estar activamente presentes en América Latina, la posibilidad de que desarrollen lazos estratégicos con organizaciones del narcotráfico, si representa una amenaza importante para la seguridad.

Tenemos que tener en cuenta que los “Estados Fallidos” por la falta de instituciones reales y de seguridad son el caldo de cultivo perfecto para atraer a organizaciones terroristas islamistas, por lo que hay una preocupación de que estos aparezcan en Centroamerica. Sin embargo, uno de los mayores peligros para que el yihadismo aparezca en la región son sus vínculos con el narcotráfico. Hay que tener en cuenta de que los carteles del narcotráfico y los grupos terroristas utilizan los mismos intermediarios para obtener armas, blanquear dinero y mover productos ilegales a través de sus fronteras. La Triple frontera es objeto de vigilancia por parte de las autoridades estadounidenses, que han advertido una gran comunidad de inmigrantes musulmanes que habita en la zona, sumándole las redes de contrabando, narcotráfico e inseguridad de la zona, que podrían derivar en el desarrollo de organizaciones como el Estado Islámico, Al-Qaeda y Hezbolá, que están presentes en la región y con la posibilidad de que se pudieran activar células durmientes.

Entonces, ¿existen riesgos de ataques en territorios del continente sudamericano? La respuesta es sí, ya los hubo en 1992 y 1994 por parte del Hezbollah en la Rep. Argentina. Ya lo sufrieron los estadounidenses en el 2001 por medio de un ex aliado contra los soviéticos, el grupo Al Qaeda dirigido por el CIA Osama Bin Laden. Y se puede repetir la tendencia si no se hace la lucha desde el flanco doctrinal de las mezquitas salafistas y la expansión de los discursos de odio islamista por redes, las alarmas están activadas y si se menosprecia la capacidad que ha demostrado este tipo de agrupaciones, pronto las consecuencias volverán a ser nefastas.

¿Cómo se puede describir al terrorista que se encuentra en América Latina?

El terrorista con residencia en Latinoamérica, generalmente es de padres libaneses, sirios o de esas zonas aledañas, que llegaron a América buscando nuevas oportunidades o simplemente enviados a profesar la religión del islam. En su mayoría nacidos en los países de América, la generación de terroristas del islam ha sido convertida o recluida para llevar a cabo misiones religiosas y políticas extremas, ya que se les ha inculcado la parte más violenta del corán.

La propaganda para reclutar combatientes en la Yihad, sea en Siria o Irak, se encuentra traducida a varios idiomas incluyendo el castellano. La propaganda de convocatoria, ha recibido el nombre de “turismo para yihadistas” sobre la base de que Mahoma habría señalado que “el turismo es la Yihad en el camino a Ala”. Los yihadistas latinoamericanos en Siria e Irak son poco mencionados pero constituyen una fuerza de hombres y mujeres de creciente significación. Los “yihadistas latinos” provienen de Argentina, Brasil, Chile, Trinidad Tobago y México. Otros informes mencionan yihadistas de Colombia y Honduras.

Como para tener una idea, fuentes de la inteligencia francesa han calculado que el dinero que fluye desde América Latina para el Medio Oriente es de entre 60 y 100 millones de dólares cada año. El deseo de diversificar sus actividades es mayor a medida que crecen las arcas de la milicia islámica gracias a esta región empobrecida. Por ello se estima que en los próximos años ese dinero podría duplicarse o lo que es peor triplicarse.

¿Cómo vive el Yihadista en Latinoamérica? Costumbres religiosas, políticas, sociales, entre otras.

Los terroristas en América han sido formados bajo una estricta disciplina predicada en la religión, por lo que han establecido alrededor de 80 “centros culturales” en América Latina donde se predica una versión violenta del islam, que convoca a los gobiernos una preocupación de cómo se están formando a los jóvenes islamistas en aquella región.

Se trata de jóvenes perdidos, con un grave conflicto de identidad. A ellos, el yihadismo les ofrece una identidad pura y el calor de pertenecer a una comunidad solidaria y muy unida.

En los últimos 2 ó 3 años se ha intensificado esta actividad proselitista, mediante elementos de la Guardia Revolucionaria iraní o de su aliada libanesa Hezbollah que llevan adelante tareas de captación, reclutamiento, adoctrinamiento y, finalmente, viajes a la ciudad sagrada de Qom donde culmina el entrenamiento político, religioso y militar. Los elementos así formados regresan luego a sus respectivos países para generar a su vez nuevas “misiones culturales”, a modo de pantalla.

El proceso de radicalización no necesariamente requiere de una figura presencial, como un imán en una mezquita, que entable un vínculo cara a cara con el potencial atacante. Hoy las redes sociales son la primera vía de radicalización. Un ejemplo de ello es que el principal comandante de operaciones de EI era checheno: no tenía nada que ver con imanes ni mezquitas, utilizando las redes sociales como principal arma de reckutamiento y difusión de las doctrinas religiosas.

Describe los principales objetivos del terrorismo yihadista en países de América Latina

Los islamistas de DAESH se enfocan en la creación de un califato basado en la Unidad de Dios y los principios del profeta, por medio del establecimiento de la Sharía (ley islámica), regida por el Corán y la Sunna (los dichos del profeta, la transmisión oral), es decir procuran llevar conceptos más apegados a los principios religiosos del salafismo (Islam primitivo). Este grupo realiza ataques a objetivos específicos, con mucha violencia, emprendiendo su “guerra santa” contra lo que consideran impuro e infiel, de un modo similar que lo realizan grupos de la misma tendencia, de entre los que se desprende Al Qaeda. La diferencia sustancial quizás es el orden estructural que tiene para conformar algo estable, institucional y no solamente planear ataques y cambiar de sedes constantemente, el proyecto del Califato Islámico es más ambicioso y enfocado que el de otras tendencias islamistas. El último punto desarrollado por DAESH tiene que ver con planear atentados en países occidentales. Se atribuyeron los ataques terroristas de París en noviembre de 2015 y enero de 2016, también se han atribuido ataques contra objetivos rusos en el Sinaí egipcio y han amenazado con realizar otras acciones en grandes ciudades de Occidente, incluyendo dentro de los Estados Unidos.

Sin olvidarnos de los atentados de Bruselas y los operativos policiales que en los últimos días han desarticulado nuevas células terroristas preparadas para atentar en París, Roma, Bruselas y Rabat. Analistas en terrorismo como David Rapoport y Alex Schmidt, dividieron las acciones terroristas por época e inspiración (así como modo de operar). Y desde su visión los movimientos islamistas ingresarían en una 4ta ola de calificación que son los grupos inspirados en dogmas religiosos. Ola que comenzó con la Revolución Islámica de 1979. En una lucha por principios religiosos, cualquier guerra que busque debilitar solamente grupos no logrará su objetivo. En el caso del islamismo, se está delante de una guerra que comienza con un adoctrinamiento, promovido por los líderes religiosos de ese pensamiento y que se expande, tanto entre los musulmanes nacidos, como principalmente entre los conversos, por lo que los imanes que enseñan doctrinas salafistas son la principal arma de reclutamiento que tienen hoy los movimientos islamistas, tanto para luchar en el Medio Oriente como para perpetrar atentados en “países infieles al Islam”.

¿Cómo actúan las células terroristas en cuanto al proceso de reclutamiento con jóvenes?

América Latina y el Caribe no son ajenas al terrorismo yihadista. Si a juzgar por los datos del Consejo de Seguridad de la ONU, en Siria e Irak habría más de 25.000 ciudadanos extranjeros combatiendo al servicio de EI y Al Qaeda provenientes de más de 100 países, al menos un centenar de ellos serían latinoamericanos y caribeños según el departamento de Defensa de Estados Unidos. Este grupo de cien yihadistas habría llegado hasta Siria e  Irak  desde Surinam, Trinidad y Tobago, Jamaica o Venezuela” La tecnología y las redes sociales juegan un papel esencial en este reclutamiento. Abu Hudaifa Al Meksiki, es un buen ejemplo: El Mexicano, su apodo en árabe, se dio a conocer en diciembre de 2014 en varias cuentas de Twitter asociadas al Estado Islámico, según hizo público el Centro Estadounidense Consorcio para el Análisis y la Investigación del Terrorismo (TRAC), y habría sido utilizado por el Estado Islámico para poner cara a sus combatientes extranjeros. “Al Qaeda tiene un largo historial de amenazas en la zona” y el auge del Estado Islámico “ha provocado que el terrorismo islamista comience a ganar peso en la agenda de crisis en situación de amenaza anti-terrorista” del gobierno mexicano. Otro de los mexicanos con nombre y apellido en esta yihad global, esta vez enrolado en una célula activa de Al Qaeda, fue juzgado el 19 de marzo de 2015 en California y condenado a diez años de prisión por tratar de viajar hasta Afganistán para “luchar contra los marines estadounidenses” Miguel Alejandro Santana Vidriales fue capturado por el FBI tras viajar a México, desde donde pretendía emprender trayecto a Afganistán para, según la sentencia judicial, realizar atentados con “coches y explosivos C-4 sobre bases militares”, bien en “suelo estadounidense o afgano”

El reclutamiento de combatientes para el Estado Islámico es un fenómeno global, aunque posiblemente menor en América Latina que en el resto del mundo. Es el caso de Bastian Alexis Vasquez y Francis Peña Orellana. El primero, un noruego de 25 años hijo de chilenos, abandonó su pueblo noruego de Skien para unirse a la filas de Estado Islámico bajo el nombre de Abu Safiyya, tal y como se presenta en uno de los vídeos detectados por la policía noruega en Youtube. La segunda, detenida por las autoridades españolas en enero de 2015, ha sido acusada de reclutar mujeres yihadistas para enviarlas vía Turquía hasta el territorio de Estado Islámico. Peña Orellana, de 25 años, nació en la localidad chilena de Viña del Mar aunque vivía desde hace nueve años en España, según el auto judicial. Las primeras informaciones sobre la presencia de ciudadanos de América Latina y europeos y estadounidenses de origen latinoamericano combatiendo en Siria e Irak fueron publicadas en 2013 por el Instituto Británico de Defensa IHS Jane’s, que calificaba a estas personas como “yihadistas exóticos” —hablaba también de colombianos, hondureños, costarricenses y brasileños.-

Un informe publicado por un instituto de inteligencia muestra la globalización del Estado Islámico: ya no recluta combatientes cerca de Siria e Irak, sus principales territorios de acción. Dentro de sus filas hay 26 sudamericanos provenientes de Argentina y Brasil. El reclutamiento de los países de América se produjo a través de las redes sociales, especialmente en la primera fase del proceso, cuando el grupo comenzaba a expandirse. Los ciudadanos de los países más alejados llegan hasta el ISIS a través de simpatizantes del grupo en Twitter, especialmente. Sin embargo, “no se ve un patrón de reclutamiento similar al de Europa o los países que conformaban la Unión Soviética”, sostiene el instituto de inteligencia. “Los números son muy bajos”, asegura de todos modos el documento al referirse a los yihadistas sudamericanos. Se entiende: su proporción es infinitamente menor si se la compara con los 6.000 tunecinos, 2.500 sauditas, 2.400 rusos, 2.100 turcos y 2.000 jordanos. Sin embargo, se maneja poca información respecto al número de combatientes originarios de América Latina. Esta historia cambió con la aparición de Bastián Alexis Vázquez, conocido entre los yihadistas de Oriente Medio como Abu Safiyya. La aparición Bastián en el campo de batalla, sentó un funesto precedente de mujahidines latinos. Conocidos como los “yihadistas exóticos”, en su mayoría provienen de países como Argentina, México, Brasil, Chile, Colombia, Honduras, y hasta Trinidad y Tobago, según un reporte publicado por el diario británico Daily Telegraph, en junio de este año. Por otro lado, la revista de defensa Jane´s indica que un número importante de integristas sudamericanos perdieron la vida en las cercanías de Damasco, en un intento de hacerse con el poder. El magazine también señala que 36 brasileños y 150 mexicanos se enrolaron al autoproclamado califato, siendo el caso de Abu Hudaifa al Meksiki (el mexicano en árabe), el más destacado.

¿Qué se puede esperar de aquí a 10 años con respecto a la representación del terrorismo en Latinoamérica?

El éxito del ISIS supera los sueños de otros grupos terroristas, que ahora parecen pasados de moda, como Al Qaeda. El Estado Islámico ha alentado a decenas de miles de yihadistas a unirse a sus filas y ha inspirado a otros a convertirse en simpatizantes. La revista de defensa Jane’s, habría indicado en un estudio de investigación  que 23 argentinos habrían muerto en Siria probablemente integrantes de Al Qaeda o Al Nusra. Un argentino y una chilena, muertos en las cercanías de Damasco, fueron mencionados como pertenecientes a un grupo fundamentalista islámico checheno. Asimismo, la publicación británica mencionaba sobre la muerte, entre otros, de 150 mexicanos y 36 brasileños.

Noticias proveniente de Madrid, dan cuenta que un argentino fue detenido recientemente en España como integrante de una red que suministra combatientes a una brigada denominada Al Andalus de las filas de la organización Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIS por sus siglas en inglés). Estos antecedentes públicos, solo tienden a ilustrar que la problemática del yihadismo también podría eventualmente tener graves repercusiones futuras en América Latina. Para la Argentina que ya atravesó dos dramáticos y criminales atentados terroristas, el tema no debería ser menor. En particular al conocerse poco de la conexión local. Consecuentemente, es natural preguntarse cuáles son las medidas que el gobierno argentino se encuentra adoptando para prevenir el terrorismo internacional islamista. Otro interrogante – incluyendo el temor- es que los islamistas fundamentalistas latinoamericanos tengan aún centros de contactos activos en la región o en algún momento vuelvan a los países de origen. Estas preocupaciones aumentan ante los vaivenes de una política exterior, cuanto menos, confusa o desinteresada en Medio Oriente. Además cuando el gobierno siquiera se ha dignado a emitir un comunicado oficial condenando las terribles muertes de los periodistas norteamericanos brutalmente decapitados por el ISIS. 

Qué mensajes nos puedes entregar como conclusión sobre esta materia

El principal problema o debilidad actual que se presenta en América es que la mayoría de los países de esa región carecen de servicios de inteligencia concentrados en el terrorismo global. En muchos países de la región, se encuentran que los servicios de inteligencia son sólo agencias del Gobierno dedicadas a espiar a opositores políticos.

A modo de comparación, aunque siendo escenarios muy distintos, cuando IS llevó a cabo sus ataques en Bruselas y París, sólo tomó algunas horas identificar a los terroristas y mostrar sus rostros en la televisión por parte de las organizaciones de Inteligencia Europeas. En América Latina, ya han pasado más de dos décadas desde que ocurrieron los conocidos atentados en Buenos Aires, y hasta la fecha aún no se sabe a ciencia cierta los nombres de aquellos terroristas.

Es hora de que la región vea a IS, Hezbollah y otros grupos terroristas islámicos como amenazas serias, sin caer en el juego de promover el odio religioso. Creemos que ya hay suficientes señales de advertencia.


Si quieres saber más sobre el yihadismo presente en América Latina, participa en el Seminario Online de INISEG sobre el terrorismo yihadista, donde David será el ponente que relatará los hechos más importantes sobre este tema y sus respectivas consecuencias en las diferentes regiones del mundo.


Acerca del Profesional

Profesor David Odalric de Caixal i Mata: Director del Máster de Geoestrategia Internacional y Terrorismo Yihadista de INISEG (Instituto Internacional de estudios en Seguridad Global); Director General de SECINDEF (Security, Intelligence and Defense) Israel International Consulting / Homeland Intelligence Security-Israel / Università degli Studi di Bari/ Analista colaborador en terrorismo del US Homeland Security Defense University / University and Agency Partnership Initiative US Center for Homeland and Defense/ US Naval Posgraduate School/ Profesor del Máster de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nebrija. Profesor y Coordinador del Máster de Inteligencia de ENTI / Universidad de Barcelona y el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña. Membership research projects in support of Veterans of The Armed Forces of the United Kindom. Membership in support of the AUSA (Association of the United States Army)

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